Haciendo conflicto productivo
El conflicto es inevitable. Cómo respondemos a él diferencia en su resultado. Personalmente nunca tenía antes de dado una porción entera de pensamiento a dar vuelta la tabla en mi conflicto. ¿No sería una cosa maravillosa si podríamos todos transformar nuestras batallas de modo que pudiéramos beneficiarnos de ellas?
No tenía una porción entera de encuentros negativos en mi vida adulta joven. Las cosas comenzaron a cambiar rápidamente sin embargo, después de que hice una madre de siete y vigilante a tiempo completo. Los que sabían los recovecos de mi vida continua para tratarme con amor y respecto. Debo decir que desafortunadamente la sociedad en un conjunto no estaba como clase a una mujer con siete niños jovenes. Consecuentemente comencé a experimentar una declinación en mi valor del uno mismo. Cada encuentro negativo haría me la sensación mucho peor.
Tenía uno de mis encuentros peores en el pináculo de mi valor de desplazamiento del uno mismo. En ese día olvidé momentáneamente que las lecciones me enseñaron como niño: lecciones importantes que incluyeron perdón, amabilidad y la fruta más grande del alcohol, que era amor. La realización de esto vino a mí después de que comenzara a reflejar en un comentario que una mujer en la escuela de danza de mi hija hizo. Ella llamó a mi hija “una pequeña muchacha negra.”
La clase de danza acaba de ser acabada para mi de tres años. Algunas de las madres tenían charla ociosa en el vestíbulo. Dos otras mamáes y yo cambiábamos la ropa de nuestros niños en una sala de juegos de la sala de espera. Estaba en un lado del cuarto; las otras madres estaban en la otra. Una madre tenía un niño pequeño y la otra tenía una muchacha. La madre con el muchacho lo tenía dar a la muchacha al lado de él un caramelo. Era día de tarjeta del día de San Valentín y ésta era la cosa acostumbrada a hacer. No era competente de los acontecimientos que siguieron. Hice sin embargo, oír a la madre de la niña el decir de su niño en una voz ruidosamente bastante para que oiga, que mi hija era una pequeña muchacha negra. Mi hija era haber pelado muy ligero, bastante de modo que el otro niño no hubiera podido decir la diferencia entre ellos.
Miraba encima en la dirección de las mujeres después de que la observación fuera hecha. La madre del muchacho parecía dada una sacudida eléctrica. Ella entonces dio instrucciones a su niño para dar a mi hija un caramelo. El niño caminó encima inmediatamente y dio a mi hija el caramelo. Ella lo agradeció y él caminó de nuevo a su madre. Extraño bastante incluso me no ofendieron. Acabo de continuar haciendo lo que hacía sin el cambio más leve de mi comportamiento.
Apenas pues estaba a punto de caminar hacia fuera la puerta con mis tres niños, la madre de la muchacha dijo a mí, “usted se dirige la escuela su hija?”
Tenía mi hija de siete años y mi hijo fourteen-month-old conmigo. “Sí,” contesté absolutamente cortésmente.
“Cómo es eso para usted?” ella preguntó.
“Aburrido ocasionalmente solamente necesito pasar tiempo con ella. Cuando ella era más joven yo tenía alguien el ayudar de mí con mis niños y no conseguí pasar tanta hora con ella.”
“Oh, usted trabajaba?”
“No. Nunca trabajé”, dije agudamente.
“Cuando viví en Suráfrica tenía una criada.” Ella ahora estaba en la defensa.
La madre del niño pequeño intentó venir a mi defensa a este punto. ¿“Cómo podría usted esperar que ella trabaje? Ella tiene tres niños.”
“No,” dije acentuado. “Tengo siete niños. Tres niños del nacimiento y cuatro niños adoptados.” Podría decir que mi respuesta dio una sacudida eléctrica a la mujer que había intentado venir a mi defensa.
“Hay siete niños en la casa?” ella preguntó. No respondí. Ella tomó a su hijo y salió del cuarto. La madre de la muchacha no hizo. Ella investigó sobre la madre de mis niños adoptados. Ella entonces continuó diciéndome sobre un número de mujeres negras que ella entró en contacto con en Suráfrica. Las mujeres que ella habló tenían niños numerosos. Eran muy pobre y opresa por sus maridos. A su marido implicó a una mujer que trabajó en la granja de los padres de esta mujer. La entonces forzaron a mirar encendido desamparadamente como sus niños muertos de hambre a la muerte. Otra mujer tenía dieciocho embarazos y solamente un niño sobrevivió. Los hombres tenían las esposas incontables con muchos, muchos niños. Las familias todas tenían solamente una renta. Su familia, ella indicó, las mujeres numerosas ayudadas del africano negro obtiene la esterilización en ninguÌn coste a las mujeres. En muchas ocasiones sus maridos eran inconscientes y su consentimiento no fue obtenido.
Como si fuera el cuadro ella la pintura no era bastante viva ella se detuvo brevemente y pidió, “téngale nunca estado a África?”
“No,” contesté y me encendí decirle sobre algunos de los países que había visitado y algunos de los problemas culturales había encontrado. Su respuesta a cuál era refrán era que ésos eran problemas muy comunes.
“Porque algo es común no la hace derecha. Estas clases de comportamientos tienen efectos profundos el las vidas de la gente,” dije a ella. Era más apasionado sobre las ediciones que implicaron directamente a niños.
Ella frunció el ceño en mí y dicho, “usted puede decir eso porque usted entiende.” Ella tomó a su niño por la mano y salió el cuarto. Su comportamiento aparecía algo infeliz. Debo admitir que era confuso. ¿Cuál era su punto? ¿Por qué sea resentido de mí? ¿Estaba debido a todos los sufrimientos que ella había visto en otras vidas de las mujeres negras y aquí vivía tan sin prisa como ella? ¿Ella interpretó mi silencio como aprobación de su declaración?
El silencio estaba en el mejor interés de mis niños. El asunto pasó sus cabezas. Mientras que hablamos, su hija funcionó alrededor del cuarto y jugó con mis niños. Ésta habría podido ser la razón entera de su aspecto y ella infelices que elegían cambiar a su niño en el otro lado del cuarto. No tenía ciertamente cualquier cosa hacer con el caramelo sino más a hacer con el cambio de su niño a lo largo del lado negro. Su niño no consiguió completamente el mensaje que día. Tenía hice una queja a su hija y el mío habría aprendido la lección del apartheid.
Aprendí sobre su origen familiar en el intercambio corto que teníamos. Era entristecido que impresionado. La observación que ella hizo a su hija se había nublado de alguna manera mi mente. Veo a mi hija, como siendo más que apenas otra pequeña muchacha negra. Ella es un regalo precioso a mí de dios. Dios en su sabiduría infinita creó todos nosotros para su disfrute. Cómo es descolorido el mundo sería si él le había hecho todo verde. Necesitamos tomar la responsabilidad de nuestra locura. No había ventaja en el envenenamiento de la mente de nuestros niños toda en nombre de protegerlos contra otros niños inocentes.
Como reflexiono sobre los acontecimientos de ese día recordó un poema que había escrito hace varios años basados en una experiencia similar que tenía. Llamé el poema allí soy más a mí. Dice:
Cuando estoy hacia fuera allí en mis el propio,
Nadie sabe sobre mi hogar.
Algunos cuidan solamente sobre el color de mi piel,
Y mi conocimiento no significa una cosa.
Me juzgan por lo que ven,
Y no hay mención del verdadero yo.
Hay más a mí que el ojo.
Para mí tengo un padre divino en el cielo.
Él incluso cuida sobre los pájaros,
Y a pesar de lo que usted ha oído,
Él sabe mi corazón y mismo pensamientos,
Y todo sobre las luchas he luchado.
Había mucho más a mi hija. Ella era una niña que puede decir que ella era el orgullo y la alegría de ambos sus padres. Ella era un niño cuyos padres estaban dispuestos a tardar tiempo hacia fuera para invertirlo en ella. Con todo en ese día como su madre sentía que tuve que defender mi posición. También había aprendido las lecciones por las cuales la sociedad nos juzga a veces. Exterior era muy controlado, pero interno comenzaba a dudarme valor. Tenía años anterior hechos una decisión consciente para poner aparte mi carrera para levantar a mi familia. Tener una profesión era tan igualmente importante para mí como teniendo una familia. No esperaba haber tenido sacrificio uno para el otro. Que las palabras de la mujer habrían tenido efecto muy poco sobre mí si había podido venir a los términos con mi nuevo papel en sociedad. Mi papel precioso como una esposa y madre a tiempo completo llegaba a ser obscuro. No podría ayudar sino sentir que me comparaban a esas mujeres desamparadas.
Mucho ha cambiado para mí desde entonces ese encuentro. Ahora soy autor publicado. Espigué de todas mis emociones que resultaron de mis desafíos. Los utilicé para crear una colección de la poesía. El poema “allí es más a mí” es también una parte de esa colección. La “fantasía/la controversia apropiadamente nombrada o mi realidad,” la antología fueron dedicadas a lastimar a niños por todas partes. Está no sólo sobre adversidad, pero también el bueno, el malo, el feliz y el triste. Para continuar mi sueño para diferenciar en las vidas de lastimar a niños, contribuirán a una parte de mis derechos de este libro a las agencias que proporcionaron los servicios para los niños abusados. Para más información sobre esta visita mi Web site en http://home.earthlink.net/~rgarnes
Ruth Andrews Garnes nació en Belice el segundo de seis niños. Ella se trasladó a New York City en la edad dieciocho. Después de estudiar el oficio de enfermera ella trabajó en la sala de urgencias en el hospital de Bellevue. Ella reside actualmente con su marido y siete niños en el área de Houston Tejas. Siempre teniendo un corazón para lastimar a niños ella adoptó a cuatro hermanas. Con sus escrituras ella espera poder diferenciar a lastimar a niños por todas partes dando una voz a sus luchas.
Artículo Fuente: Messaggiamo.Com
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